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- El mito: Internet y muchos documentos científicos afirman que la longitud de los vasos sanguíneos de una persona es 100,000 km, suficiente para dar dos veces la vuelta al mundo.
- La realidad: Estudios recientes sitúan la longitud total de los vasos sanguíneos en una persona entre 9,000 y 19,000 km, muy por debajo de los 100,000 km. Este ajuste se basa en datos más precisos sobre la densidad capilar humana actual.
- Propagación del mito: La cifra de 100,000 km se popularizó porque es llamativa y fácil de recordar, y porque los algoritmos de internet tienden a priorizar contenido impactante. Esto muestra cómo los mitos pueden persistir en la red sin verificarse adecuadamente.
A menudo nos encontramos con “hechos curiosos” en Internet que, aunque parecen verdaderos, resultan ser inexactos. Uno de los más populares afirma que los vasos sanguíneos de una persona, alineados, medirían 100,000 kilómetros, lo suficiente para dar dos vueltas alrededor del mundo. Este dato se ha repetido en libros, artículos y páginas educativas, pero recientes investigaciones muestran que la cifra es incorrecta. ¿Cuál es el origen de este mito y cuál es la verdad detrás de él?
Este dato erróneo se ha replicado ampliamente sin una fuente clara, apareciendo en blogs, artículos y hasta en libros de divulgación científica. Kurzgesagt, un popular canal de divulgación científica en YouTube, decidió investigar su origen tras encontrar inconsistencias en las fuentes. Su búsqueda los llevó al libro The Anatomy and Physiology of Capillaries de August Krogh, un pionero en fisiología. Sin embargo, Krogh había calculado esta longitud basándose en suposiciones sobre la densidad capilar, estudiando distintos animales como ranas y mamíferos y en un modelo idealizado de cuerpo humano, lo que dio como resultado una cifra exagerada.
A través de una investigación exhaustiva que duró más de un año, el equipo de Kurzgesagt descubrió que estudios recientes han corregido esta cifra. Los datos actuales sugieren que la longitud total de los vasos sanguíneos en una persona es de entre 9,000 y 19,000 kilómetros. Aunque sigue siendo impresionante, esta distancia no alcanza los 100,000 km ni permite “dar la vuelta al mundo” como el mito sugiere. Esta corrección refleja una mejor comprensión de la anatomía humana y de la densidad capilar real en el cuerpo.
Este mito es un ejemplo de cómo la información llamativa se propaga y se convierte en “verdad” sin verificación adecuada. Algunas de las razones por las que estos mitos sobreviven son:
Este caso ilustra la importancia de la verificación en la comunicación científica. Kurzgesagt enfatiza la necesidad de equilibrio entre accesibilidad y precisión. Los divulgadores tienen la responsabilidad de asegurar que sus datos sean exactos y estén bien fundamentados para evitar la propagación de mitos. Como usuarios, debemos desarrollar una postura crítica y verificar la información antes de aceptarla como verdadera.
Aunque el dato de los 100,000 kilómetros de vasos sanguíneos es un mito, su popularidad nos recuerda la importancia de cuestionar la información en internet. La ciencia y el conocimiento requieren tiempo y dedicación para verificarse y entenderse en su complejidad. Al final, adoptar una postura crítica y curiosa es esencial para navegar el vasto mundo de la información en línea.